Pastores e iglesias regalaron su amor a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México
By Elket Rodríguez
Cientos de niños y familias pobres a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México fueron abrazados por el amor de Cristo durante estas fiestas navideñas gracias al corazón y el esfuerzo del Fellowship Southwest y sus colaboradores. Junto a a la Red Latina de CBF y Hearts4Kids, Fellowship Southwest sembró alegría en albergues para migrantes y campamentos de refugiados, así como en las colonias y barrios marginados del sur de Texas, dejando una estela de sonrisas en las caras de algunas de las personas más vulnerables en Norteamérica.
En Matamoros, México –al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas– 250 niños migrantes recibieron juguetes en celebración del Día de los Reyes Magos. El pastor Eleuterio González y su iglesia Valle de Beraca, coordinaron el esfuerzo que pintó sonrisas en las caras de niños que viven en tiendas de campaña a orillas del Río Grande y de otro grupo de niños que residen junto a sus padres en barrios marginales en Matamoros.
"Es difícil conseguir una sonrisa en los tiempos que estamos viviendo, pero hoy, ponemos una sonrisa en el corazón de 250 niños", dijo González. "Me da la esperanza de poder conceder los deseos de muchos niños en este día tan importante. Ellos anhelaban un juguete por esta tradición".
Durante meses, González su la iglesia han alimentado, albergado, transportado, sanado y defendido a miles de migrantes en Matamoros. Han operado un refugio para migrantes, han proporcionado servicios de salud y saneamiento, han utilizado su iglesia como refugio en casos de emergencia y han servido a miles de migrantes esparcidos por toda la ciudad.
"He sido parte de sus lágrimas, sus risas y sus victorias", confesó. "Extrañan a sus familias y sienten la soledad de no tener a sus seres queridos a su lado en esta temporada".
Mientras tanto, en Donna, Texas –54 millas al noroeste de Matamoros– más de 2,000 niños y 700 familias recibieron juguetes, ropa de invierno y cajas de comida el día de Navidad a través de Hearts4Kids, una organización sin fines de lucro que sirve a las comunidades más pobres del Valle del Río Grande.
"Estamos muy orgullosos de poder ayudar a tantas familias y tantos niños", dijo el Director Ejecutivo de H4K, Jorge Zapata. "La comida que se distribuyó fue una gran bendición. Mucha gente nos dijo que no tenían dinero para comprar comida".
Del mismo modo, Zapata informó que muchos padres le agradecieron porque sus hijos no tenían ropa de invierno y no recibieron ningún regalo de Navidad. "Hay mucho desempleo", en particular debido al impacto del COVID-19, dijo. "Muchos padres nos dijeron que, si no le hubiésemos regalado juguetes a sus hijos, éstos no hubiesen recibido nada para el día de Navidad".
A unas 790 millas al noroeste de Donna –justo al sur de El Paso, Texas, en Ciudad Juárez– más de 150 migrantes celebraron la Nochebuena y despidieron el año celebrando sus costumbres y tradiciones. Con el apoyo de la Red Latina de la CBF, más de 40 familias –entre ellos cubanos, venezolanos, hondureños y guatemaltecos– compartieron sus platos típicos navideños con sus compañeros en los albergues para migrantes.
"En el refugio de México 68 en Juárez, cocinaron pavo relleno y pollo", informó Rosalío Sosa, coordinador de la Red de Albergues de Migrantes, una organización que agrupa decena de refugios en el estado mexicano de Chihuahua, la mayoría de ellos en Ciudad Juárez, pero también hasta 100 millas al oeste en el desierto, en el pueblo de Palomas.
"En el refugio de Palomas una migrante venezolana cocinó frituras y un pan relleno de jamón y queso, mientras que los hondureños y guatemaltecos prepararon tamales con hojas de plátano", dijo.
Los inmigrantes en los refugios de México 68 y Palomas, que son principalmente cubanos, celebraron la nochevieja como tradicionalmente lo hacen: asando un cerdo. Además de ayudar a los inmigrantes con sus celebraciones habituales, Sosa distribuyó regalos para los residentes del refugio.
Fellowship Southwest, también, sorprendió a los pastores que componen su ministerio de ayuda para inmigrantes con unas pequeñas vacaciones. En algún momento durante este invierno o en la primavera, cada pastor y su cónyuge podrá desconectarse del campo ministerial para pasar un par de días en un buen hotel, centrándose el uno en el otro y no en las necesidades apremiantes de los inmigrantes a los que sirvieron durante todo el año.
"Estos pastores de nuestra red son algunos de los servidores cristianos más fieles y sacrificados del mundo", dijo Marv Knox, Coordinador de FSW. "La mayoría de ellos no se han tomado un día libre en meses. Y a través de su trabajo y ausencias, sus esposas también sirven con mucho sacrificio. Estamos agradecidos a las iglesias de Fellowship Southwest que hicieron posible estas pequeñas vacaciones para estos queridos amigos y compañeros en el ministerio".
Las vacaciones de los pastores fueron sufragadas con regalos y contribuciones designadas para esos fines. Para este propósito no se utilizó ningún dinero aportado al Fondo de Alivio para Inmigrantes de Fellowship Southwest. Las congregaciones que hicieron posible las vacaciones de los pastores son: First United Methodist Church en Dallas, Texas; Second Baptist Church en Lubbock, Texas; South Main Baptist Church en Pasadena, Texas; Trinity Baptist Church en San Antonio, Texas; Woodland Baptist Church en San Antonio, Texas y una donación de un individuo.
Fellowship Southwest proporciona apoyo financiero continuo a estos pastores que ministran a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Usted puede apoyar a estos pastores y sus ministerios donando al Ministerio de Ayuda a los Inmigrante del Fellowship Southwest haciendo clic aquí.
Elket Rodríguez es el especialista en defensoría y misiones para inmigrantes y refugiados del Compañerismo Bautista Cooperativo y Fellowship Southwest.