Elia Moreno siempre está dispuesta a servir a Dios, y a principios de este año, le prometió que le serviría de maneras extraordinarias, aun si eso implicaba viajar afuera de los EE. UU. y regresar a México, lo que no había hecho desde su niñez. Por supuesto, Dios la llamó a servir en México.

Elia se dedica a varios trabajos, incluyendo el de directora ejecutiva de Texas Christian Community Development Network. Ella dirige una organización sin fines de lucro en Amarillo, TX, la cual ayuda a los adultos a obtener su GED (diploma equivalente a estudios de secundarios/bachillerato). Se desempeña como directora nacional de programas para una organización llamada Communities Across Barriers, donde organiza comunidades informadas sobre la pobreza. También ha escrito dos libros: “Living Intentionally” (Vivir intencionalmente) y “Permission to Rest” (Permiso para descansar). El último libro se enfoca en cómo lidiar con la fatiga por compasión al recordar la parte de "ámate a ti mismo" del mandato "ama a tu prójimo como a ti mismo".

La familia de Elia es de México, pero ella nació en Roswell, Nuevo México. Recuerda que a los 7 u 8 años la regañaban en su escuela por hablar español. Comenzó a hablar inglés a partir de ese momento, incluso en casa, para ayudar a su madre a aprender inglés, y perdió por gran parte su habilidad de hablar español. Ahora lamenta no haberles enseñado el español a sus hijos, en un esfuerzo por evitar colocarlos en la misma situación en la que ella se encontraba de niña. Pero ella y sus hijos adultos han retomado el idioma.

En su primer viaje de regreso a México este año, Elia estaba abrumada por el sentimiento de pertenencia. Le recordó cuando era niña en la casa de su abuela, donde toda la familia se reunía cada domingo. Todos comían, todos tenían voz, todos tenían un lugar. Para Elia, esto es un regalo de la cultura hispana. 

Desde ese primer viaje a la Ciudad de México este año, ha tenido la suerte de regresar varias veces para continuar con su actual proyecto de escritura. Hay una monja en la Ciudad de México, la Madre Inés, que abrió un orfanato a la edad de 16 años, después de esconder a niños abandonados con ella en un convento. Ahora tiene 94 años y ha adoptado a más de 1.000 niños a lo largo de su vida. Elia se siente llamada a contar su increíble historia de resiliencia y confianza en Dios.

La promesa que Elia hizo de servir a Dios en maneras extraordinarias nos bendice a todos. En todos sus desempeños, recuerda el versículo de Isaías 61 que sirve como declaración de su misión: 

"El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;  a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová.”