Por Elket Rodríguez

En los últimos años se ha disparado el uso del término "ilegal" en los medios de comunicación para referirse a todo los migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México, o que son transportados a varias ciudades de la nación. Pero estos migrantes no son ilegales.

Si fueran ilegales, todos los proveedores de servicios de transportación y cualquier otra cualquier persona o estado que "ayude o instigue" el transporte de estos migrantes estarían cometiendo el delito de transportar a personas no autorizadas a estar en los Estados Unidos. Bajo ese razonamiento, Texas, Arizona y Florida estarían transportando indocumentados. Además, si fuesen ilegales, Texas, Arizona y Florida hubiesen contactado al Departamento de Seguridad Nacional para que procesar a esos inmigrantes indocumentados por su estadía ilegal.

Por lo tanto, o bien estos estados están cometiendo un delito o están transportando a migrantes autorizados temporeramente a permanecer en los Estados Unidos. Y esto último es lo correcto.

Pero ¿quiénes son estos "ilegales"?  Son predominantemente solicitantes de asilo. Los solicitantes de asilo son aquellos migrantes que buscan la protección de los Estados Unidos porque han sido perseguidos en sus países de origen. Sus casos de asilo están pendientes de una determinación en los tribunales de inmigración o en las oficinas de asilo alrededor de todo el país.

Estos solicitantes de asilo NO ILEGALES son aquellos que son autorizados por la Aduana y Patrulla Fronteriza (Customs and Border Patrol) a permanecer en los Estados Unidos y vivir con sus patrocinadores con el fin de que puedan continuar sus casos de asilo dentro de la nación. Y lo más importante es que estos llamados ilegales están ejerciendo un derecho humano contenido en el artículo 14 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 y la Ley de Refugiados de 1980.

Por lo tanto, presentarse en una frontera buscando protección contra la persecución puede ser una "forma legal" de pedir asilo y permanecer en los Estados Unidos. Ciertamente, aunque existe una ley que penaliza la entrada indebida a los Estados Unidos, los solicitantes de asilo pueden pedir la protección de los Estados Unidos contra la persecución independientemente de su estado migratorio, siempre que se encuentren en territorio estadounidense.

A menudo me pregunto por qué a los ucranianos que se presentaron en nuestra frontera a principios de este año nunca se les denominó como "ilegales" por aquellos que a menudo usan el término para referirse a los que llegan recientemente. ¿Qué hace a los ucranianos diferente a los venezolanos, cubanos, haitianos y centroamericanos? La situación en su país de origen es horrible y merece simpatía, pero solo debería llevarnos a cuestionarnos más sobre las situaciones por las que otros también están huyendo. Pues solo la desesperación expulsa a las familias de sus hogares.

Más allá de ser inmoral, no dar la bienvenida a los migrantes es un pecado hecho directamente contra Jesús. Si hay alguna duda al respecto, lea Mateo 25:31-46. Jesús mismo responde a la pregunta y agrega un castigo eterno a su enseñanza. Al fin y al cabo, la enseñanza de nuestro Señor es muy sencilla: no podemos elegir a nuestro Jesús y no podemos condicionar nuestro abrazo.