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Entrenamiento de FSW Introducción al Trabajo Social ¿De qué se trata?

Por Cintia Aguilar

Durante los últimos cuatro meses he tenido el privilegio de trabajar junto a Fellowship Southwest y nuestro socio Jorge Zapata, enseñando "Introducción al Trabajo Social" a pastores que tienen ministerios a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. La idea de este entrenamiento nació por el tipo de labor que los pastores hacen a lo largo de la frontera. Ellos son los trabajadores de primera línea durante las crisis y las emergencias, trabajando con comunidades de escasos recursos y de inmigrantes.

El plan de estudios del curso: Introducción al Trabajo Social, que yo creé junto con mis colegas y supervisores durante mi tiempo como pasante en el Centro de Impacto de la Iglesia y la Comunidad (C3I), fortalece los ministerios actuales de los pastores, en lugar de reemplazar lo que ya hacen. Uno de los principios del trabajo social se centra las fortalezas de las personas y sus recursos. Tomamos las fortalezas y recursos que los pastores utilizan en sus ministerios para fortalecer el trabajo que ya hacen.

El currículo comienza con una base bíblica sobre la ayuda a los necesitados. Reflexionamos y conversamos en los pasajes como el del Buen Samaritano, donde podemos tomar su ejemplo para dar un paso más en nuestros ministerios comunitarios. Conversamos sobre los pasajes en Mateo 25:35-36 y reflexionamos sobre la importancia de comprender que Jesucristo se preocupa por las vidas de una manera integral. Se preocupa por nuestra hambre, nuestra sed y nuestro refugio tanto cómo por nuestras almas.

A continuación, entramos en un espacio más práctico en el que proporciono a los pastores un concepto básico de la administración de casos. Les compartimos que tener trabajadores de casos o líderes en su entorno podría beneficiar enormemente a sus ministerios. Profundizamos en los pasos y habilidades que pueden practicar y tener en cuenta mientras trabajan con individuos y familias, como el compromiso con el trabajo con individuos y familias, la evaluación, la planificación, la intervención, y la transición.

Para practicar los pasos y las habilidades que aprenden, los pastores se reúnen en grupos para trabajar en un estudio de caso y ellos planean cómo ayudarían a la persona necesitada.

El entrenamiento incluye una conversación breve y básica sobre las crisis, las emergencias y el trauma, aprenden que poder diferenciarlas nos ayuda a mejorar en gran medida, como responder a ciertos acontecimientos en la comunidad.

También reflexionamos sobre la importancia del autocuidado. No es de extrañar que los pastores tengan mucho que hacer. Muchas veces son los primeros en responder a acontecimientos trágicos y son los pilares que mantienen unidas a sus comunidades. Hacer hincapié en la importancia del autocuidado ha sido muy impactante. Si están agotados no les permite atender a los demás, les hace tomar conciencia de la importancia de tener un equipo de líderes con los que pueden contar.

Reflexionan sobre el llamado de Cristo de amar a los demás como se aman a sí mismos, lo que significa que necesitan darse la gracia de descansar y recuperarse, como les ofrecen a los demás. 

Una experiencia reveladora con cada grupo ha sido aprender sobre la "Autodeterminación del Cliente". Aprendemos que las personas a las que atendemos son expertas en sus propias experiencias. Aprendemos a aceptarlos y afirmarlos tal como son, a apoyarlos y caminar junto a ellos mientras navegan por el camino de la crisis a la estabilidad. También aprendemos a escuchar para poder identificar donde es que está el sentido de la urgencia, en lugar de formular mil respuestas en nuestra cabeza. Un pastor compartió: "Incluso cuando era obvio, Cristo siempre preguntaba a los que estaba curando o ayudando, qué querían. Aun cuando era obvio que la persona era ciega y que querría ver, Cristo siempre les preguntaba qué querían antes de realizar el milagro". 

Por mucho que la sociedad haya querido separar el trabajo social y el trabajo ministerial, inevitablemente van de la mano con el ejemplo que nos dejó Cristo. Él no se la jugó quedándose dentro de las cuatro paredes de una iglesia; salió, ministró, sanó y alimentó a los que lo necesitaban. Estos pastores ya lo hacen a diario. Tener la oportunidad de capacitarlos con un conjunto estructurado de pasos y habilidades me ha empoderado a mí también.

Para asistir a un entrenamiento como este, a través de Zoom el 6 y el 13 de diciembre, haga clic aquí.

Cintia Aguilar es recién graduada de la Universidad de Baylor, donde obtuvo doble maestría del Seminario Truett y de Diana E. Garland School of Social Work. Es pastora asociada de la Primera Iglesia Bautista de Waco y facilitadora de talleres para Fellowship Southwest.